Antes de decidirte por un hidromasaje, evaluá tu espacio para garantizar comodidad, estética y funcionalidad. Te ayudamos a tomar la mejor elección.

  1. Medición y accesos

    • Dimensiones: Tomá largo, ancho y altura del lugar. Sumá al menos 60 cm libres alrededor para permitir la instalación y el mantenimiento.

    • Accesos: Verificá puertas, pasillos o escalones que puedan dificultar el traslado del equipo.

  2. Ubicación estratégica

    • Interior vs. exterior: En interiores, contemplá ventilación y pisos antideslizantes. En exteriores, optá por materiales resistentes a la intemperie y tené en cuenta la exposición solar.

    • Proximidad a instalaciones: Cercanía a tomas de agua y electricidad reducirá costos de obra.

  3. Capacidad y forma

    • Cantidad de usuarios: Para uso familiar, elegí de 4 a 6 plazas; para parejas o espacios reducidos, 2 o 3 plazas.

    • Forma: Rectangular y cuadrada suelen aprovechar mejor rincones; redonda aporta un diseño más orgánico.

  4. Configuración de jets y controles

    • Mirá la orientación y número de jets: zonas lumbares, cervicales y planta de pies. Adaptá la potencia a las necesidades de quienes usarán con más frecuencia el hidromasaje.

    • Controles digitales o manuales: definí qué tipo de manejo preferís.

  5. Estilo y acabados

    • Colores y materiales de la carcasa deben armonizar con la decoración existente.

    • Considerá opciones de iluminación LED y sistemas de sonido integrados para personalizar la experiencia.

 


Elegir el hidromasaje perfecto implica un balance entre espacio, uso y estilo. En Acrildur te asesoramos paso a paso y ofrecemos soluciones a medida.


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